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Congreso ordinario en Febrero para elegir nuevo Secretario General y del que saldrá también la nueva Ejecutiva Federal. Sería un error que la nueva ejecutiva saliese de la anterior, por lo tanto tienen que generarse dinámicas internas que contrarresten la inercia de los aparatos y eso solo se consigue si antes del Congreso, si ante de la elección de los delegados al congreso federal, se es capaz de aglutinar, no ya manos alzadas, sino voluntades entre la militancia que rompan esa dinámica endogámica de los partidos.
Hay que tener un discurso al margen del oficialista que cale en el militante. Hay que constituirse en alternativa, seria, responsable y creíble a los núcleos duros de los distintos comités, ya sean locales, provinciales o regionales.
Tenemos que recuperar el espíritu ideológico y la acción militante para hacernos éticamente fuertes ante la debilidad y el aburguesamiento ideologico de los actuales cuadros dirigentes y para ello tenemos que tener claro que será una lucha sin contraprestaciones.
No valen las medias tintas, hay que tener claro que queremos asumir una responsabilidad ante la sociedad española y nosotros ante la sociedad malagueña de refundación del socialismo partiendo de criterios y conceptos progresistas.
Tenemos que volver a ilusionar a los progresistas con un proyecto de futuro basado en la credibilidad de quienes lo defienden. Por eso necesitamos de caracteres fuertes que estén dispuestos a aparcar los tópicos con los que en los últimos años se ha estado engañando a los ciudadanos, hasta que estos se han hartado.
Huyamos del clientelismo de las manos alzadas y busquemos la responsabilidad solidaria del convencimiento de que nuestra lucha es la lucha de multitud de socialistas que ahora carecen de voz y de fuerza. Seamos nosotros esa voz y esa fuerza que los aglutine en torno, de nuevo, a los valores del ideario socialista.
Solo así seremos capaces de dejar el camino limpio a las siguientes generaciones para que su lucha consiga éxitos q quizás a nosotros de momento se nos resistan.
Todavía no se quienes podéis ser ni cuantos, pero de lo que si estoy seguro es de que seremos los suficientes para parecer una multitud, porque las ideas cuando se defienden con la conciencia solidaria y generosa de los progresistas es capaz de derrumbar cualquier muralla.
No nos quedemos en Málaga, contactemos con sensibilidades semejantes y hagámosles participe de nuestra idea. Organicemos redes y círculos que expandan una idea, la de un socialismo que camine hacia el futuro desde la enseñanza del pasado y no el pasado como revulsivo del futuro
Hagamos de la cultura de esfuerzo la seña de identidad de una juventud sin referentes de progreso y peligrosamente encaminada hacia los brazos de la competitividad más salvaje que el neoliberalismo pueda poner en marcha.
Hay que empezar ya. De verdad, vivimos tiempos convulsos y vertiginosos, en los que la información y la contra información viajan en asientos contiguos de un tren llamado futuro y no podemos permitir que ese tren termine en la vía muerta a la que lo puede conducir la complacencia de socialistas acomodados en el fracaso.