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40 años después, nadie sabe dónde está la multimillonaria herencia

 

IGNASI PELLICER/VALENCIA

Por mucho que le insisten al arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, que explique el destino de 23,3 millones de euros legados en testamento a la iglesia por dos acaudaladas hermanas valencianas, la máxima autoridad católica guarda un silencio sepulcral. El mutismo del purpurado está haciendo que cundan en torno a él todo tipo de sospechas.

 

Han pasado casi 40 años desde que, en 1973, las conocidas como “Senyoretes Nadal” - María y Carmen - nacidas en la población de Ontineynt, legaron esta multimillonaria herencia para financiar obras de caridad en su pueblo. La voluntad testamentaria dejó claro cuál debía ser el destino del legado y sus porcentajes exactos del reparto, entre tres beneficiarios: Cáritas Interparroquiales, la iglesia de San María y la casa de ejercicios espirituales de Santa Ana. Las tres en Ontinyent.

Venta multimillonaria
Los 23,3 millones de euros tendrían que haberse empezado a invertir en esa población de la Vall d’Albaida en 2006, cuando el arzobispo y cardenal, García Gasco, recibió los primeros pagarés de la venta de un terreno en el litoral malagueño, según recuerdan a El Plural fuentes católicas. El bien patrimonial enajenado era propiedad de las hermanas Nadal, ubicado en el municipio de Estepona, con una superficie de más de 2 millones de metros cuadrados.

Hasta su venta definitiva en 2002 hubo un intenso trasiego de personas y empresas apoderadas o intermediarias para representar los intereses de la familia propietaria, venderla y destinar el dinero a obras de asistencia para pobres y al mantenimiento de lugares de culto.

Implicación de la Conferencia Episcopal
Ha sido a través de una excelente y minuciosa labor de investigación periodística del corresponsal del diario Levante-EMV en Ontinyent, Rafael Garrido, por lo que han salido a luz pública muchos episodios oscuros de esta historia. En uno de ellos, por el año 1988, aparece en primer plano de este asunto quien entonces ocupaba la vice-secretaría de asuntos económicos en la Conferencia Episcopal Española, Bernardo Herráez. Este prelado fue después presidente de la cadena COPE, la radio de los obispos españoles.

Mala inversión
Por una decisión de Herráez, la gestión patrimonial en Estepona de la familia Nadal se incluyó en la cartera de negocios de una empresa madrileña, Copresa, ligada a la Iglesia. Esta hizo quiebra años después, dejando deudas por valor de más de 12 millones de euros. Pero se pudo rescatar parte de la propiedad de las hermanas Nadal y venderse, aun con el terreno mermado, por el precio de 60 millones de euros.

Maniobra de Gasco
Ahora, el arzobispo García Gasco, sin conocerse bien sus intenciones, ni los motivos, ha decidido modificar la voluntad de las testamentarias, denuncian a El Plural fuentes de la Iglesia católica en Valencia. Lo ha hecho, a través de un “tinglado de fundaciones”, con el eufemismo canónico de “Pías Memorias”. Por esta fórmula, el arzobispado de Valencia se atribuye la “potestad absoluta” para decidir otros nuevos destinos de la fortuna de las millonarias “Senyoretes Nadal”, lamentan las mismas fuentes.

Migajas para Cáritas
A raíz de estas denuncias, hechas públicas por primera vez hace medio año contra García Gasco, el arzobispado de Valencia se ha visto obligado a desbloquear unos fondos, por valor de 345.000 euros, destinados a Cáritas Interparroquiales de Ontinyent. Esta cantidad se considera “ínfima” - a decir del sector crítico cristiano - ya que Cáritas tenía que haber recibido en torno a unos 5,8 millones de euros, calculando al prorrateo la voluntad expresa de las hermanas legatarias. Con la suma recortada, el proyecto de Cáritas en Ontineynt sólo podrá acoger en asistencia a una docena de niños pobres.

A la espera del legado
Ni la parroquia de Santa Santa María, ni la casa de ejercicios espirituales de San Ana han recibido, hasta ahora, ningún compromiso del arzobispo García Gasco para que algún día cuenten con los fondos dinerarios que les corresponde por derecho del legado.

Intervención del Ayuntamiento
El ayuntamiento no descarta intervenir en defensa de los intereses de los ciudadanos. De no aclararse la legalidad del testamento, el consistorio de Ontinyent podría presentarse como institución pública afectada, aunque indirectamente, argumentando incumplimiento de la voluntad testamentaria de la familia Nadal por parte del arzobispo García Gasco. Fuentes técnicas municipales señalan que se trata un “asunto complicado”, al chocar el derecho civil y el derecho canónico.

Polémica también en Gandía
A García Gasco le han denunciado también por motivos similares otros herederos de una familia de Gandía. Uno de sus miembros había expresado en testamento su voluntad de contribuir a la construcción una iglesia, legando a la iglesia un céntrico terreno de su propiedad en Gandía. En vez del templo, el arzobispado de Valencia destinó el terreno heredado para que se construyera un edificio de viviendas de renta libre.

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