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SI VAMOS A JUGAR A LA POLÍTICA, HAgámoslo en serio
Las reglas del poder son las mismas, sea cual sea la organización que se dirige. (Corbis)

Las once reglas del poder: esto es lo que hacen de verdad los que mandan

 El manual del dictador. Por qué la mala conducta es casi siempre buena política, (Ed. Siruela)

Las aplican por igual dictadores y líderes democráticos

Podría pensarse que estas reglas sólo funcionan en países regidos por dictadores, como sugiere el título del libro. Sin embargo, y desgraciadamente, aclaran Bueno de Mesquida y Alastair Smith, los líderes de las naciones democráticas obedecen estas reglas al igual que los tiranos y los autócratas porque, como cualquier dirigente, quieren conquistar el poder y permanecer en él. El problema para los demócratas es que se enfrentan a diferentes limitaciones y tienen que ser un poco más creativos para que les salga bien. Hay diferencias, sí, pero en esencia, todos los dirigentes son iguales.

Bruce Bueno de Mesquita es titular de la cátedra Julius Silver de política de la Universidad de Nueva York y director del Alexander Hamilton Center for Political Economy.

Alastair Smith es catedrático de política en la Universidad de Nueva York y ganador del premio Karl Deustch que se concede al más brillante científico social de menos de 40 años

Así que es hora de dejarse de tonterías y de pensar en lo ideal, y en su lugar dejar espacio para que entendamos “por qué hacen los políticos lo que hacen para llegar al poder, para mantenerse en él y para hacerse con el control del dinero”. Si vamos a jugar a la política, aprendamos lo que eso significa de verdad.

Regla 1. Procura que tu coalición ganadora sea lo más pequeña posible. La gente que te sostiene, aquella que verdaderamente te hace ganar el poder y mantenerte en él, es a la que debes tener contenta. Cuanto menos son, más los controlas y mayor discrecionalidad tienes sobre los gastos.

Regla 2. Sustituye al que se mueva. Si tu selectorado de intercambiables, por utilizar los términos de Bueno de Mesquida, es amplio, podrás reemplazar fácilmente a cualquier alborotador que haya en tu coalición, y lo mismo pasa con los influyentes y los esenciales. Si tienes muchos seguidores suplentes, los demás quedarán advertidos de que deben ser leales y portarse bien o de lo contrario serán sustituidos.

Regla 3. Controla el flujo de caja. Para un gobernante siempre es mejor determinar quién come que tener una gran tarta de la que todo el mundo puede comer por sí mismo. Si controlas la caja, tú repartes las recompensas. Para los dirigentes, el flujo de caja más eficaz es el que empobrece a mucha gente y redistribuye el dinero de modo que unas cuantas personas seleccionadas –tus partidarios- sigan siendo ricas.

Regla 4. Paga a tus seguidores sólo lo suficiente como para conservar su lealtad Recuerda que tus partidarios prefieren ser tú a depender de ti.
Regla 5. No saques dinero del bolsillo de tus seguidores para mejorar la vida de la gente. Lo que constituye la esencia del mando es pagar a los seguidores, no gobernar bien ni representar la voluntad general.

Estas son las reglas esenciales, pero Bueno de Mesquida y Smith también describen algunos mecanismos adicionales que suelen ser muy empleados por los dirigentes para asegurarse el poder. Entre ellos:

a) Un líder prudente no cuenta demasiado con aquellos que le ayudaron a obtener el poder.

b) Un buen trabajo no basta para asegurar la supervivencia política, ya sea en un negocio, en una organización o en un gobierno.

c) Las tres características más importantes de tus partidarios son: uno, lealtad; dos, lealtad; tres, lealtad

d) Paga poco a la policía. Así se verán obligados a corromperse, pero ganarán mucho dinero y no querrán perder su puesto de trabajo. Sabrán que si no son leales les echarás y les castigarás,

e) Castiga a quien denuncie las malas prácticas y no a quien las cometa.  Que se lo digan a Bradley Manning, Julian Assange o Edward Snowden.

f) Sé prudente, y no des a los demás nada que pueda volverse en tu contra.

Cuando utilizan esta palabra, los autores no la limitan a quienes están al frente de instituciones políticas, sino que la extienden a toda clase de líderes, incluidos los de empresas y de organizaciones sectoriales.

 

 

Tag(s) : #NOTAS DE PRENSA
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