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Asociación Progresista: por Paco Calvo
El varapalo que David Valadez recibió en el último Pleno no lo ha digerido todavía y posiblemente no consiga asimilarlo en lo que le reste como alcalde. Naturalmente era una locura aprobar un convenio que comparado con una propuesta anterior dejaba perder demasiados beneficios para el pueblo de Estepona. Tantos beneficios se perdían para nosotros como parece estar perdiendo él con la desaprobación de dicho convenio, a la vista de sus primeras reacciones. De un plumazo, dos días después, cesa a Lina Rivas (PA) y a su compañero de partido Sergio López, quienes se abstuvieron en la votación y se alejaron de la propuesta llevada por David Valadez a pesar de ser ambos integrantes del equipo de gobierno. Sergio López lo dejó meridianamente claro. En su intervención, dijo estas palabras: "Cuando acepté mi acta de concejal, prometí por mi conciencia y honor salvaguardar el interés general. Hoy entiendo que esa promesa adquiere un significado especial y esa promesa me impide votar ese convenio, y entre la disciplina de mi partido y mi conciencia, me tengo que decantar por esta última". Ni pudo ser más claro ni más honesto. A pesar de ese razonamiento, el alcalde se ha revuelto con saña contra los dos porque dieron prioridad a los intereses de aquellos a quienes representan y no a los propios. Al contrario que Valadez, que responde dictatorialmente, saltándose a la torera incluso un pacto entre partidos (PA-PSOE, a nivel provincial).
El canto de cisne le durará hasta el 22 de mayo, y será un canto repleto de graznidos y aletazos a diestra y siniestra, representados con el papel de víctima o justificados por el afán persecutorio de la oposición, o como expresión no comprendida de amor a su pueblo: en su papel histriónico maneja cualquier rol que le pongan por delante. Pero ya todos conocemos el modus operandi de nuestro oportunista alcalde y haremos, la inmensa mayoría, oídos sordos a sus sollozos repetitivos e increíbles. El resultado de la votación del Pleno podría ser una primicia y un reflejo de lo que ha de ser el resultado que obtenga el PSOE de Valadez en las urnas, incluidas las deserciones, por conciencia, de muchos votantes socialistas que siempre fueron fieles, es decir, una debacle. Pero merecida.
Para justificar el cese de Sergio, David Valadez utiliza prácticamente las mismas palabras que el concejal esgrime para justificar su abstención al leonino convenio de Guadalobón, ¿cabe más perversidad? No, si se tiene en cuenta que el alcalde es el "dueño" de casi todos los instrumentos mediáticos disponibles. Y además le reprocha falta de disciplina al partido, cuando él ha sido el disidente más incómodo que ha tenido el PSOE de Estepona en su andadura desde la Democracia. Espero que todos los socialistas tomemos buena nota de lo que tenemos frente a nosotros y ejerzamos, en su momento, el voto de castigo necesario para apartar de una vez por todas a este elemento de la posibilidad de seguir practicando una dictadura vergonzante.