Esta propuesta se debatió en una ponencia en la que no tocaba estar a Tomás Gómez, pero compañeros de su círculo votaron a favor de ella, según las fuentes socialistas consultadas.
Los promotores de esta enmienda, la 1.627, fueron los integrantes de Foro Ético, movimiento que reúne al exministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos, al exalcalde de San Sebastián Odón Elorza, y a la secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, Beatriz Talegón. El texto, que fue rechazado por Ferraz, instaba a promover una renovación despolitizada de “altos organismos reguladores y de control para garantizar la efectiva división de poderes y la independencia de sus miembros en su actuación”.
Hacía referencia, además de al CGPJ, al Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas, Defensor del Pueblo, Gobernador del Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Entes de Radio y Televisión Públicas y “otras altas instancias del Estado”. Ello, añadía, encaminado al “mejor control del ejecutivo, del poder judicial, de los poderes públicos, de los partidos, de los poderes económicos y de unas administraciones que han de tener un funcionamiento totalmente transparente y ajustado a la ley”.