En lenguaje más claro, el Papa Franciso parece dispuesto a romper el equilibrio de poder de los grupos católicos dentro del Vaticano. Algo que está generando enorme desasosiego entre los movimientos muy conservadores que como el Opus Dei, los Legionarios de Cristo, Comunión y liberación o los KiKos, campan a sus anchas en la Conferencia Episcopal Española.
Cuestión de prioridades
Si como todo apunta, el Papa Francisco pone orden en Roma, la estructura de poder de la Iglesia católica española también podría verse afectada. Cabe recordar que en un plazo máximo de dos años la Conferencia Episcopal deberá elegir a su nuevo presidente y decidir si sigue estando liderada por los ultras que tanto daño han hecho al cristianismo o por los que como Bergoglio, parecen decantarse por “una Iglesia pobre y para los pobres”.
La Iglesia de Rouco
Con el beneplácito de Juan Pablo II y Benedicto XVI, el jefe de los obispos españoles, Antonio María Rouco Varela, ha tirado de estos grupos neocon para, en beneficio del PP, liderar la oposición a las conquistas conseguidas por los Gobiernos del PSOE en materia social. Así, mientras los sacerdotes progresistas eran marginados a pequeñas parroquias y fundaciones; la Conferencia Episcopal se servía de las élites políticas y económicas del Opus Dei, de los dólares que religiosamente aportaban los Legionarios de Cristo, de las universidades y contactos empresariales que les proporcionaba Comunión y Liberación, y del ejercito de fanáticos que los Kikos ponían en la calle cada vez que Rouco Varela quería manifestarse en contra del aborto o los matrimonio
Opus vs. Jesuitas
Esta es la Iglesia con la que se encuentra Jorge María Bergoglio. De todos los obispos españoles, tan sólo uno -Juan Antonio Martínez Camino-, pertenece a la misma orden que el Papa Francisco. Una orden, la de los jesuitas, que históricamente ha sido la única capaz de enfrentarse al Opus Dei.
El Opus Dei en el informe secreto
Responsable de los recientes escándalos de corrupción ocurridos en el Vaticano y en el banco de la Santa Sede, el Opus Dei ocupa buena parte del informe secreto de 317 páginas que encargó Bendicto XVI para limpiar la Iglesia.
Violaciones y alocadas misas
Al margen de sus inversiones opacas, deudas millonarias y pagos a altos dignatarios para comprar silencios, los Legionarios han hecho temblar los cimientos de la Santa Sede a raíz de los abusos sexuales y violaciones perpetradas por su fundador, Marcial Maciel, y muchos de sus principales dirigentes. Algo que casi disgusta tanto en Roma como los códigos internos, sistemas secretos de captación, alocadas misas y disparatas celebraciones religiosas que los Kikos realizan.
Doble vida
Según los vaticanistas, el Papa Francisco también tiene en el punto de mira a Comunión y Liberación, movimiento que cada vez con más frecuencia es identificado con los sobornos y la atracción del poder.