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Estepona 4 de Noviembre de 2010
No concibo la acción de gobierno sin la dosis de pragmatismo necesaria para equilibrar esas tendencias hacia lo sublime con las que se despachan algunos políticos, instalados en el sentimentalismo ideológico, que aducen anteponer los intereses del país a los del partido, como si eso fuese un enorme esfuerzo y no una obligación de todo aquel que se denomine progresista. Porque ser progresista, ser socialista lleva implícito eso, el servicio a los ciudadanos por encima de las miserias que se puedan cocer en la cocina de los “aparatos” de los partidos y que se trasladan a los llamados eufemísticamente “núcleo duro” de los gobiernos.
Si la dinámica socio-económica obligase a adoptar decisiones de gobierno que marchen en sentido contrario no ya solo al ideario socialista, sino a de la propia lealtad que cada uno se debe así mismo y a los ciudadanos a los que representa, entonces y aunque todas las circunstancias se alíen contra ese ideario progresista y no quedara mas remedio que aplicar medidas extremadamentes neoliberales, entiendo que lo mas honesto seria dimitir, adelantar elecciones y que las políticas neoliberales la apliquen los partidos que hacen suya, defienden y ofrecen a los ciudadanos esa alternativa en la gestión política, pero nunca un gobierno socialista. Porque si un gobierno socialista tiene que aplicar estas políticas es porque previamente se han cometido errores tremendos en la acción de gobierno.
Estamos, es cierto, en un mundo cada vez mas globalizado y esto conlleva políticas que irremisiblemente transciende las propias dinámicas nacionales y hay que acompasar las estrategias, cierto, pero no es menos cierto que en esa labor política los gobiernos socialistas deben de ganar con sus política sociales el pulso a esos otros gobiernos conservadores con sus políticas neoliberales y en este caso dentro de esa globalización los partidos progresistas están perdiendo la batalla frente a los conservadores y al final los ciudadanos, como esta ocurriendo en casi toda Europa, que un día creyeron en nosotros y que no entienden de globalizaciones, dejaran de creernos y lo estaremos dejando en mano de la derecha mas recalcitrante que se recuerda en Europa desde hace décadas.
Buenas noches y buena suerte