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AGENDA PÚBLICA
Dos pasos hacia adelante, tres pasos hacia atrás: trayectorias de gasto social desde el inicio de la crisis -
¿Qué implica la reducción generalizada y transversal del gasto público en las políticas sociales? Según Ana M. Guillén y Marga León, los recortes devuelven los presupuestos sociales a niveles de hace más de una década, cuando España estaba a la cola de los sistemas de bienestar europeos.
Los presupuestos de la “recuperación” 2014 continúan siendo, por quinto año consecutivo, los presupuestos de la recesión económica. Lo que en el 2010, 2011, incluso 2012 se justificaba como una austeridad dolorosa pero momentánea se presenta ahora con un carácter más bien indefinido. Las reformas que afectan a nuestro Estado de Bienestar se plantean por parte de prestamistas y ejecutores como medidas estructurales, de ajuste, de racionalización. En realidad, salvo en contadas ocasiones, lo que viene sucediendo con asombrosa rapidez desde finales del 2010 es una fuerte contracción del gasto para hacer frente a los imperativos de contención del déficit. El estado de bienestar, y el sector público en general, se han convertido en una de las fuentes principales de ahorro fiscal y este es un papel cuando menos difícil de compaginar con aquél de redistribución de la riqueza que en principio le corresponde. Pero ¿qué implica esta reducción generalizada y transversal del gasto público en las políticas sociales?
Según Eurostat, el gasto anual en sanidad, por ejemplo, aumentó como media entre el 2000 y el 2007 un +4.4% (+ 2.9% para la EU-15). Este aumento hizo que en España el gasto sanitario per cápita pasara de representar el 70% de la media de la UE-15 al inicio de la década a convertirse en el 80% en el 2007. Sin embargo, entre el 2007 y el 2010 el crecimiento medio anual pasó a ser de +1.6% (un +3.1% para la media de la UE-15). A partir del 2011 el crecimiento se vuelve negativo. La diferencia porcentual entre 2011 y 2013 era de -3% según fuentes del Ministerio de Hacienda. Como resultado, la distancia con la media de los países de la Unión Europea comienza a aumentar de nuevo a los niveles de partida del año 2000. En educación la pauta es casi idéntica: entre el 2000 y el 2007 el gasto creció más del doble que la media UE-15 con lo que pasamos de representar el 74% de la media EU-15 a un 87.5% en el 2007
Las drásticas reducciones presupuestarias de los últimos tres años y un cierto mantenimiento del gasto en el resto de países comunitarios (exceptuando Europa del Este y del Sur, aunque también Reino Unido e Irlanda ha acometido recortes considerables) han hecho que las distancias se alarguen de nuevo. En materia de políticas asistenciales el contraste es aún mayor al ser el punto de partida muy inferior. A comienzos de la década lo que España destinaba a políticas de familia y contra la pobreza y la exclusión no llegaba ni al 40% de la media europea. En el 2007 la situación mejoró considerablemente (pasando a representar el 56.8% y el 63.9% de la media de los países europeos occidentales). Esta reducción de las distancias se consiguió con unas tasas de crecimiento muy elevadas en los años anteriores a la crisis, partiendo, insistimos, de que la inversión pública en estos ámbitos era mínima. Sin embargo, la tendencia también aquí corre ahora en dirección contraria. De hecho, fueron estas políticas más periféricas al entramado del sistema de bienestar español las primeras en sufrir las medidas de ajuste. Muchos programas han quedado en suspensión antes de completar su rodaje precisamente cuando resultan más necesarios.