Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog

 

elEconomista.es

Martes, 5 de Febrero de 2013
banderas nordicas
El nuevo supermodelo nórdico de Estado: adiós a la retórica de izquierda y derecha
  • Pragmatismo estatal: mientras funcione un servicio, da igual quién lo preste
  • "Milton Friedman se sentiría más como en casa en Estocolmo que en Washington"
  • La principal lección que se debe extraer es práctica, no ideológica

"Pero debes tener la voluntad de acabar con la corrupción y los intereses creado, y debes estar preparado para abandonar las ortodoxias agotadas de la derecha y la izquierda y buscar buenas ideas en todo el espectro político", destaca.

El semanal británico The Economist realiza en su último número un análisis del éxito de los países nórdicos, y alaba su modelo político y económico, basado en el pragmatismo y que se sale de las retóricas habituales de izquierda y derecha que dominan la política de la mayoría de los países occidentales. Islandia recoge los frutos de su estrategia anticrisis.

Una crisis de deuda anterior y un modelo de Estado eficiente

Evidentemente, las razones son muchas y variadas. Una poderosa es la suerte: estos países tuvieron que manejar su propia crisis de deuda en los años 90, dejándoles bien preparados para el futuro. Pero más importante es cómo han reformado el sector público, haciendo que el Estado sea mucho más eficiente y receptivo.

Esta realidad choca tanto con la percepción habitual de la izquierda europea de un "superestado", como con las críticas de los sectores más conservadores de EEUU. Ambas, según The Economist, están totalmente desfasadas.

El pragmatismo nórdico se ha trasladado definitivamente al sector público. Mientras funcione, no tienen problema en quién sea el que lo proporcione. Dinamarca y Noruega, por ejemplo, permiten que firmas privadas gestionen hospitales públicos, mientras que en Suecia los colegios privados compiten sin problemas con los públicos a pesar de que el acceso a la educación es universal. "Milton Friedman se sentiría más como en casa en Estocolmo que en Washington", asegura la revista británica.

Transparencia y tecnología a la hora de gobernar

Además, un aspecto donde llevan claramente la ventaja respecto a otros Estados occidentales es en transparencia y en tecnología. El Gobierno mide los rendimientos de hospitales y escuelas, pero a su vez los gobernantes se ven obligados a la mayor transparencia: Suecia, por ejemplo, permite el acceso público a todos los datos oficiales. No es raro que los políticos puedan ser vilipendiados si cambian las bicicletas por limusinas. Además, son pioneros en el denominado e-gobierno: se pueden pagar los impuestos vía SMS.

Un modelo con lagunas pero válido para ricos y pobres

A pesar de las alabanzas a este nuevo "supermodelo", The Economist cree que todavía tiene algunas lagunas. El gasto público es alto, y sus niveles de impuestos todavía hacen que algunos emprendedores elijan otros países para implantarse. La globalización y la competencia global pueden obligar a estos países a seguir reformándose.

Para concluir, la revista asegura que, con todo, la principal lección que se debe extraer del éxito nórdico no es ideológica, sino práctica. El Estado es popular no porque sea grande sino porque funciona, lo que hace que los ciudadanos sean más proclives a pagar impuestos. Los gobiernos han llevado a cabo reformas obviando las presiones de sindicatos y patronales. Se pueden introducir mecanismos de mercado en el Estado del Bienestar para que funcione mejor.

 

Tag(s) : #NOTAS DE PRENSA
Compartir este post
Repost0
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase: