2012: PUNTO FINAL

                                                              Estepona 30 de Diciembre de 2012

2012: PUNTO FINAL

 Escribió Machado: Al andar se hace el camino, / y al volver la vista atrás / se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar. Ojala la senda que hemos dejado atrás no volvamos a recorrerla, pero mucho me temo que no solo la recorreremos sino que imprimiremos aun mas nuestra huella en ella. Y será así porque aquellos que tienen la potestad de trazar nuevos puentes y diseñar avenidas, aquellos a los que se les encomendó la noble tarea de velar por el interés general han bajado los brazos y han desertado de sus responsabilidades para con los ciudadanos.

 Más pragmático Vicente Fernández, compuso una canción, El Rey, y entre sus estrofa se puede leer. Una piedra / en el camino/ me enseño / que mi destino / era rodar y rodar y el coro repetía el estribillo, rodar y rodar y en esa andamos rodando y rodando pero no al son de la música de El Rey sino al son de una música más tétrica, menos acompasada.

 Un año triste, que finaliza casi sin villancicos y con el exilio de la mula y el buey del belén por orden papal. Asomados a 2013, no tenemos siquiera unas elecciones que echarnos a la boca para a través de las urnas expresar nuestro descontento. Nos quedara el derecho a manifestarnos y el deber de seguir intentando que nuestra familia llegue con la mayor dignidad posible a final de mes, o de semana o de día. El día a día de un ciudadano camino de la desesperanza, sin horizontes y con la utopía de que quizás mañana será mejor y el mañana nos vuelve a decepcionar y a pesar de todo seguiremos caminando, es el único reto que nos queda, es la única enseñanza a nuestros hijos, seguir, seguir, seguir.

 Camina o revienta, esa película de Vicente Aranda que llevó al cine la vida del Lute; estamos desandando tantos caminos que vamos rumbo a aquella España negra de mediado de siglo pasado. Pero aquello transcurre en los años sesentas, sin sindicatos, sin democracia, sin representantes elegidos libremente en las urnas, sin partidos políticos, en suma sin libertades. Pero ahora estamos en el siglo XXI y da la impresión de que seguimos sin mecanismos democráticos que garanticen nuestros derechos. Camina o revienta.

Vamos camino de las doce uvas, apenas veinticuatro horas, y como en la novela de Steinbeck, Las uvas de la ira, magníficamente llevada al cine por Ford, el escenario de la emigración se abrirá al nuevo año para miles de jóvenes como una tabla de salvación que les permita mirar al futuro con dignidad, con la dignidad que da el haber seguido y seguido y seguido luchando contra la desigualdad y la desesperanza.

 2012, punto final. Perdonen la tristeza

SERGIO LÓPEZ