Como siempre. Los dos grandes partidos vuelven a repartirse los cargos en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los nacionalistas tienen su cuota particular y, en esta ocasión, se ha incluido a un representante de Izquierda Unida. Todo, de forma simbólica, porque la mayoría absoluta estará en manos del Partido Popular.
El reparto ha sido similar a otras ocasiones. De los ochos vocales que se han pactado este martes, tres serán del PP, dos del PSOE, y uno para CiU, PNV e IU. Cuando se decidan los doce vocales restantes, el reparto final será de diez vocales para el PP, siete para el PSOE, uno para CiU, otro para el PNV y otro para IU. Luego, habrá que designar al presidente, que tiene voto de calidad, y que será afín al Partido Popular, que siempre será mayoritario en el máximo órgano de los jueces.
El acuerdo estaba cantado, y el PSOE apenas ha opuesto resistencia, en contra de lo que hizo el Partido Popular en los ochos años en los que estuvo José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno.
Los nuevos vocales del CGPJ serán: Nuria Díaz, Alvaro Cuesta, María Concepción Sáez Rodríguez, Enrique Lucas, Vicente Guilarte, María Ángeles Carmona, Pilar Sepúlveda y Mercé Pigem. Los candidatos suplentes son: María Pilar Jiménez Bados, Silvia Barona y Luis Martín Contreras.
Pero, más allá de los nombres, lo cierto es que, una vez más, todo está cerrado para volver a pactar el control político del máximo órgano de los jueces entre los dos grandes partidos, para dirigirlo quien ahora obstenta la mayoría parlamentaria. Así, lleva ocurriendo más de treinta años.