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Vozpópuli
                                     Joaquín Almunia abraza a Alfredo Pérez Rubalcaba durante la reciente conferencia del PSOE
La aparente calma chicha que reina en el PSOE desde la celebración de la conferencia política esconde movimientos internos de alto voltaje para evitar que la sucesión de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del partido acabe en fiasco. La última opinión conocida es la del comisario europeo Joaquín Almunia, bilbaíno de pro, que se suma a quienes observan con pavor la posibilidad de que el futuro candidato sea el joven diputado vasco Eduardo Madina. “No podemos elegir candidato a alguien de primero de BUP”, le ha trasladado a su partido.
Fuentes socialistas conceden importancia a esta consideración del comisario europeo porque tanto él como Madina proceden del Partido Socialista de Euskadi (PSE). Pata negra del socialismo vasco, Almunia es un veterano militante que cogió tablas como responsable de economía en UGT y, posteriormente, como diputado por Madrid y ministro en dos de los gobiernos de Felipe González. Su fracaso en las primarias ante José Borrell hace quince años no ha desdibujado su influencia dentro de la llamada vieja guardia del partido, en la que también son figuras sobresalientes Javier Solana y el propio González. Con ambos mantuvo hace dos semanas una larga conversación aprovechando la celebración de la conferencia política y con los dos comparte también la opinión de que la elección del próximo candidato no es una broma y reviste una gran importancia si el PSOE no quiere prolongar la travesía del desierto que inició desde su fracaso electoral en noviembre de 2011. Recientemente, Felipe González advirtió del riesgo que corre su partido de elegir un candidato efímero, cuya vida útil, en términos políticos, no vaya más allá de las elecciones generales previstas para finales de 2015. En las filas socialistas se tiene la impresión de que el candidato preferido por Almunia es el economista Juan Moscoso, hijo del exministro Javier Moscoso, quien ahora trabaja como diputado dentro de la comisión de Exteriores.
Fuentes socialistas consideran que Almunia y el resto de la vieja guardia no se oponen a un relevo generacional en su partido, sino a repetir la experiencia de Zapatero eligiendo como candidato a alguien sin sustancia y casi nula experiencia. Para resolver este problema y anticiparse a los riesgos, el PSOE dispone de un mes, ya que del reglamento que se elabore para las primarias dependerán muchas cosas, entre ellas que la participación de los simpatizantes en la elección del cartel electoral no suponga una larga pesadilla que concite luego continuos arrepentimientos y golpes de pecho.
Tag(s) : #NOTAS DE PRENSA
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