ESPAÑA ROTA

ESPAÑA ROTA  

 La austeridad impuesta por la Europa de los poderes financieros ha roto la economía real en España. Y también, una sociedad que durante los últimos treinta años ha realizado un gran esfuerzo para ir superando desigualdades históricas, que hicieron que una inmensa mayoría de los españoles vivieran no solo sin libertad, sino en condiciones de vida precarias.

El empeño por mejorar la calidad de vida y garantizar una serie de derechos básicos, colocó a España entre los países con mayor índice de desarrollo humano. Los españoles creyeron, y se esforzaron para ir mejorando sus vidas, con Gobiernos que fueron construyendo un Estado social y democrático de derecho.

Esto es lo que establecía el pacto de la Constitución. Que nuestra sociedad se guiaría por los valores de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. En ningún sitio ponía, y en ningún sitio se acordó, que los valores superiores de nuestro ordenamiento serían la prima de riesgo, la austeridad, el control del déficit, la desregulación y la avaricia sin límites de los más ricos a costa del resto de la sociedad.

El pacto se ha roto. Y como consecuencia, en España más del veintiuno por ciento de la población vive ya por debajo del umbral de la pobreza, cuando la renta per cápita por habitante es de 30.412 dólares, según la estimación del Fondo Monetario Internacional para el año 2012. ¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué tanta insensibilidad ante el sufrimiento? Es dramático, hablamos de una de cada cinco personas. Hablamos de más de dos millones de niños.

Esta realidad, de hoy, de ahora, tiene que llevar a reaccionar a todos los gobiernos y especialmente al Gobierno de la nación. La prioridad son las personas. Y todos los representantes públicos deben grabárselo a sangre y fuego en sus mentes: Las personas. Las personas. Todas las personas. Todas las personas.

No caben ya otras políticas, si se pretende que exista paz social. Las políticas neoliberales de austeridad suicida y consolidación fiscal caiga quien caiga no valen. Hoy los españoles estamos peor. Hoy, después de las políticas de Rajoy, en España la recesión se más profunda, el desempleo está desbocado y las condiciones sociales de amplias capas de la población son inaguantables.

La oligarquía financiera, que se ha adueñado del poder, no puede llevarnos al suicidio. Después de tanto sacrificio, hasta el propio Fondo Monetario Internacional señala que, después de casi cinco años de crisis, este año: la recesión será más aguda; el paro que se preveía del 25,1 por ciento subirá al 27 por ciento; el déficit que el Gobierno lo estimaba al final del año en el 4,5 por ciento acabará en el 6,6 por ciento; la caída de la economía será del 1,6 por ciento frente a la previsión del Gobierno del 0,5 por ciento; y la deuda pública llegará al récord del 110,6% con relación al PIB.

Ante todo lo anterior, es preciso un cambio que favorezca el crecimiento. Para lograrlo, es determinante que los ciudadanos abandonen la docilidad y se movilicen a favor de la libertad, la justicia, la igualdad. Hay que presionar a los Gobiernos para que adopten políticas de crecimiento que acaben cuanto antes con la crisis. Y al mismo tiempo, hay que poner en marcha un Fondo de Emergencia contra la pobreza y la exclusión, como el propuesto por el PSOE. Un Fondo con mil millones de euros para acabar con el sufrimiento y recomponer el pacto social.

Oscar Iglesias