sús Sérvulo González Madrid 15 MAY 2013 - 00:50 CET
Montoro avanzó el déficit asimétrico para las comunidades autónomas por las grandes diferencias en las cifras de 2012. El año anterior la brecha fue mayor
El año pasado las administraciones regionales lograron ajustar sus cuentas para reducir la desviación presupuestaria. Pasaron de un desfase del 3,3% del PIB en 2011 [gastaron 35.000 millones más de lo que ingresaron], al 1,7% en 2012 [18.000 millones]. Una proeza en plena recesión.
La comunidad presidida por Alberto Fabra (PP) es la que sacó peor nota en la carrera del déficit el año pasado. Otras cuatro comunidades también incumplieron el objetivo previsto (Murcia, Andalucía, Cataluña y Baleares); todas están bañadas por el Mediterráneo, la zona que ha sido la más afectada por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria
La Comunidad Valenciana financió gastos estructurales con ingresos coyunturales procedentes del ladrillo y ha tenido más problemas de liquidez, con enormes retrasos en los pagos a sus proveedores.
Castilla-La Mancha, la más manirrota hasta 2011, logró rebajar el déficit hasta el 1,5%, seis puntos menos que el año anterior. La administración presidida por Dolores de Cospedal fue la que más empresas, fundaciones y entes públicos suprimió el año pasado y la que más rebajó la nómina de empleados públicos.
En una situación parecida está Murcia, que registró un déficit del 3%. En Andalucía (2%), el PSOE gobierna en coalición con IU y, a pesar de rebajar el déficit en 1,4%, ha jugado con el pedal del freno para perjudicar lo menos posible los gastos sociales.