El presidente del Gobierno,Mariano Rajoy, ha dejado claro que no quiere volver a subir los impuestos; sin embargo, Bruselas sí que le da margen para seguir apretando las tuercas fiscales, en siete ámbitos diferentes, sin traicionar a su palabra, apelando al hecho de que está cumpliendo con mandatos provenientes de la Comisión Europea.
El IVA
Así va a ocurrir, en primer lugar, en lo que concierne al IVA. En virtud de esa decisión, la adquisición de una gran variedad de instrumental en los hospitales dejará de tributar de acuerdo con el tipo reducido del IVA y lo hará según el ordinario. Desde escáneres y aparatos de rayos X, hasta jeringas y tiritas, pasando por termómetros clínicos o guantes estarán en breve gravados al 21% y no al 10% como hasta ahora.
El cambio más radical
El cambio es más radical en lo que incumbe al estatus fiscal de los servicios que notarios y registradores de la propiedad y mercantiles prestan cuando dan fe en el transcurso de operaciones financieras. En España esta actividad fedataria ha estado libre de toda tributación por IVA.
Pero ahora la participación de un notario en la concesión de todo tipo de crédito o préstamo (incluidas, por supuesto, las hipotecas), o en la presentación de garantías (fianzas, avales, cauciones?) o en la compraventa de acciones o participaciones pasa del 0% de rendimiento fiscal al, una vez más, 21%.
Por último, Madrid también cuenta, desde hace semanas, con una recomendación muy concreta de Bruselas a la hora de acometer cambios en la tributación directa, concretamente, en lo que concierne al Impuesto sobre la Renta. En particular, la Comisión ha dejado escrito que "en el IRPF la desgravación de las contribuciones a planes de pensiones tiene efectos regresivos y falsea el ahorro". Ante la muy alta posibilidad de que ese tipo de beneficios fiscales tenga los días contados, los expertos ya han estimado que su desaparición puede reportar un extra de 1.200 millones anuales a las arcas públicas.