José Manuel Díaz Olalla
El comité de expertos al que el gobierno ha encargado el informe para la tan cicatera e injusta reforma ha publicado datos de esperanza de vida de la población española a la edad de 65 en diferentes años de cálculo a partir de extrapolaciones sobre las conocidas a día de hoy. No tienen más remedio que hacerlo así porque, como se ha dicho, es preciso conocer la mortalidad registrada a todas las edades en la población estudiada en un año determinado para calcularla y la última información disponible sobre ello en España es la de 2012, publicada por el INE el 18 de Junio pasado. A partir de las deducciones teóricas que hace, dicho grupo calcula un (mal) llamado “factor de equidad intergeneracional “, que no es más que un coeficiente de rebaja que se aplicará a las cantidades que deberían percibir en el futuro los pensionistas según el modelo aplicado hasta ahora.
Pero hay otro dato relevante: los cálculos los hace el tan nombrado grupo de expertos a partir de una proyección lineal de las esperanzas de vida de los últimos años como si su incremento fuera una función aritmética constante y no estuviera sujeto a otros avatares. Lo está y mucho y así se demuestra en los datos registrados recientemente que arrojan que se incrementa la mortalidad general en nuestro país, en especial durante el primer año de vida, de los 5 a los 15 años y en las edades más avanzadas, provocando ya un “estancamiento técnico” de la esperanza de vida. Con datos del INE recién publicados se atestigua que la mortalidad creció en nuestro país en 2012 casi un 5% respecto a la del año anterior, siendo este crecimiento el mayor del decenio, a la vez que retrocede la esperanza de vida al nacer en el conjunto de la población y en las mujeres, sin duda como efecto, entre otras, de las políticas restrictivas que aplica este gobierno: los recortes en salud y en gasto social, la privatización del sistema sanitario público y otras iniciativas de desmantelamiento del sistema de protección social del que nos habíamos dotado. Sobre el impacto de las mismas en la salud existe mucha información disponible pero se debe resaltar un interesante trabajo científico que se ha publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal el pasado 13 de Junio, que aborda directamente la triste realidad española.
José Manuel Díaz Olalla