El Estado da por perdidos 26.300 millones en ayudas a la banca
El Banco de España ha reconocido esta semana que, hasta el momento, solo ha recobrado el 5% de los 51.303 millones que dejó al sistema financiero para que se recapitalizara. Sin embargo, hay un dato peor: este organismo ha admitido a EL PAÍS que 26.300 millones que puso el Estado se han perdido para siempre, pese a que el Gobierno prometió que los ciudadanos no pagarían la crisis. Además, los bancos pusieron otros 11.712 millones ya irrecuperables. En total, 38.012 millones que se fueron a limpiar los balances de las cajas quebradas y que los contribuyentes (y clientes de banca) no recuperarán.
Cuando se manejan cifras tan grandes es fácil perder la perspectiva. Sin embargo, para situar la utilidad de 26.300 millones (el 2,6% del PIB), basta recordar que los recortes en Sanidad y Educación durante la crisis han ascendido a 16.000 millones.
¿Por qué es tan abultado el agujero? Según Antoni Garrido, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, porque se derrumbó la construcción, “destino casi exclusivo de la inversión crediticia, que generó pérdidas enormes al sistema”. También lo achaca “al retraso en atacar los problemas de solvencia, lo que agravó todavía más la situación porque las dudas sobre la situación real de las entidades empeoraron la economía”.
Los miembros del Gobierno lo negaron más de tres veces: esta crisis financiera la pagarán los bancos, no los ciudadanos. Sin embargo, la realidad les ha desmentido con pérdidas ya irrecuperables de al menos 26.300 millones para los contribuyentes. Luis de Guindos, ministro de Economía, y piloto del rescate bancario, afirmó el 13 de junio de 2012 en el Parlamento: “No le quepa la menor duda de que se recuperará la mayor parte de lo destinado a los bancos nacionalizados. El préstamo no tendrá coste para la sociedad, sino todo lo contrario”. Ese mismo día, el presidente Mariano Rajoy aseveró: “Es un crédito a la banca y lo va a pagar la propia banca”.
Poco después, el 31 de agosto de 2012, en La Moncloa, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo: “Hemos hecho este rescate a la banca para que no cueste ni un euro al contribuyente”. En España, a diferencia de EE UU, no se han cumplido esas promesas.